Como norma general, los nombres de las enfermedades se escriben con minúscula: diabetes, insuficiencia renal, hipermetropía o trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Si incluyen nombres propios, estos sí se escriben con mayúscula y con las reglas de la lengua correspondiente: enfermedad de Parkinson. El resto de la denominación mantiene la minúscula: enfermedad, trastorno, síndrome...
Cuando ese nombre propio se utiliza para designar la enfermedad, se convierte en un nombre común y pasa a escribirse con minúscula y con las reglas de la lengua española: párkinson.
Los nombres de enfermedades más conocidas por sus siglas, lexicalizadas o no (sida, ELA), se deben escribir también en minúscula en su forma desarrollada: síndrome de inmunodeficiencia adquirida, esclerosis lateral amiotrófica.
Suelen escribirse en mayúscula las variantes: gripe A.
Por último, los nombres de las bacterias se escriben en cursiva (en latín), con mayúscula en la primera palabra (el género) y minúscula en la segunda (la especie): Escherichia coli.
Muy interesante. La verdad es que desconocía estas reglas. Muy útil esta entrada (bueno, como todas).