Los nombres de los accidentes geográficos constan de dos partes: un sustantivo genérico en minúscula (mar, océano, río…) y un nombre propio en mayúscula. Hay cierta tendencia a escribir el genérico en mayúscula, de forma incorrecta, en el caso del mar Negro, el mar Muerto y el mar Rojo.
Hay una excepción a esta regla: si lo que nombra ese genérico no se corresponde con su significado, irá también en mayúscula. Por ejemplo, el Mar Menor no es realmente un mar, sino una albufera.
Muy útil, como siempre.